sábado, marzo 24, 2007

viaje a los sueños polares

Ahora sé que no haremos ese viaje al círculo polar, aunque sonaba perfecto cuando lo decías. Mi nombre no es capicúa y tú no eres Otto, el piloto.
Otto tenía el corazón caliente en el país del frío. Tú sólo tienes las manos heladas, no hace falta ir tan lejos para que sigan estando así.
Otto, el de verdad, vendrá a buscarme en su avioneta, aquí al fin del mundo, donde empieza el nuestro y acaba el de los demás. No se esconderá detrás de la ventana, saltará por ella, es un valiente. Viene a mi lado y se tapa con la misma manta que me cubre a mí. Debajo no hace frío.
Otto me dice las cosas más importantes mirándome a las pupilas, aunque se dilaten por el impacto, como por un susto de muerte o el despertar de un sueño largo que casi dura una primavera.


2 Comments:

Blogger Unknown said...

Perfeca mezcla de referencis, todas imprescindibles. El programa de radio, la peli de MEdem. Que bonita!! La pupila en primer plano, en el comienzo y en el final. Sabes? Creo que voy a desempolvar el VHS y la veré de nuevo.

Me alegro de verte por aqui de neuvo. Aprovecho, porque desapareces y apareces por oleadas.

La última Berlin...

25/3/07 4:58 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Esta suerte de estallido de caras cuadradas o trapezoidales de un poliedro inventado, que es este “Hombre” tocando la “Guitarra” resulta explicable, hoy por hoy, cuando vemos a los computadores desgranar efectistamente cuerpos complejos y orgánicos en las partes regulares a partir de realidades complejas y reconocibles; nos decimos que es más interesante la destrucción de la realidad en sus partes constituyentes, en esos fragmentos que se vienen encima de la pantalla, que el “origen reconocible”.

28/3/07 5:45 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home