vacaciones desordenadas
Me empieza a cansar el desorden que me rodea. Tantas listas por hacer, tontas. Llevo tres días realmente improductivos, de vacaciones sin salir de casa. Por lo menos todo lo que hice la semana anterior compensa esta apatía (temporal, espero). Intento no pensar en cosas importantes, pero cuando no tienes nada que hacer, absolutamente nada, pensar es una acción recurrente. Y sí, digo acción aunque no me mueva, porque la mente da para mucho. Mens sana in corpore sano. Ja. Siempre he priorizado cultivar la mente que el cuerpo, aunque de sana no tenga nada. Soberana tontería.
4 Comments:
Uff, mucha gente se agobia cuando no tiene nada que hacer y se pone a pensar. No estamos acostumbrados a no hacer nada.
Ese tipo de día son indispensables.
Un saludo,
Josué
A mi los que me dan sincera envidia son aquellos que salen a correr incluso cuando llueve, no porque me guste el esfuerzo que eso implica (el máximo ejercicio que hago últimamente es el de bajar la basura y abrir algún bote puñetero)sino porque cuando ellos pueden correr detrás del autobús, yo en esos casos siempre lo pierdo.
Escribes muy poco y se te da demasiado bien. Quiero más.
Publicar un comentario
<< Home