domingo, octubre 16, 2005

parker & lily

Me enteré del concierto de casualidad. En el trabajo, leyendo la agenda de El País, comprobé para mi sorpresa que no habían tocado ya hacía dos días, como yo pensaba. Así que, aunque me dolía la cabeza horrores, al salir de trabajar fui hacia el Paralelo. En la puerta no había nadie, ningún cartel anunciaba nada. Empecé a pensar que era una errata del periódico, volví a leerlo por si me había equivocado de lugar. Entonces se asomó un chico por la puerta y me preguntó si iba al concierto. Le expliqué mis dudas y me dijo que iban a abrir con retraso, que los músicos acababan de llegar del aeropuerto. Como no tenía nada mejor que hacer durante esa hora, llamé a una amiga que vive en la misma calle. Ya iba hacia su casa cuando alguien me tocó por la espalda. Era el mismo chico de la puerta. Me invitó a entrar, a ver las pruebas de sonido, a estar por allí ya que había venido sola. Mientras hablábamos lo acompañé a comprarse algo para comer. Entramos los últimos en un badulake que acababa de clausurar la policía y eligió una pantera rosa. Se dio cuenta de que no llevaba dinero y le invité yo. Llamé a mi amiga, no nos veríamos hoy finalmente. Entré con él, me llevó hasta una mesa, me trajo algo de beber y me dijo que después volvería; mientras los músicos probaban para mí sola. Al terminar la prueba de sonido se acercó por detrás, me abrazó y me besó en la mejilla. Una vez abierto el local al público, elegí un lugar privilegiado para la actuación. Él me dijo que me buscaría al terminarse el concierto. Vino durante alguna canción y nos cogimos de la mano. Todo con una banda sonora perfecta para la ocasión.
Nos encontramos cuando acabó. Fuera llovía a mares. Estuvimos en una especie de oficina esperando a que dejase de llover un poco, pero la cosa fue in crescendo. Al final salimos cubiertos con bolsas industriales de basura como chubasqueros. Una amiga suya se vino con nosotros a cenar, fuimos a un lugar muy freak donde cantaban personajes de revista. Caímos en que no sabíamos ni como nos llamábamos cada uno. Siguió lloviendo mucho. Nos refugiamos bajo una cornisa. Robaron a una chica en el cajero de al lado sin enterarnos. Decliné una invitación perfecta y volví a casa viendo caer la lluvia a través de los cristales del taxi. A él lo dejamos en la puerta del cajero y salimos corriendo por el taxi libre casi sin despedirnos. Primero bajó su amiga. Le pedí el número de teléfono del chico. Diluviaba. Al día siguiente se había inundado media Barcelona.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hola, ex-vecina. Bonita historia. Ya nos contarás el final...

http://corrientes.f2o.org/ariadna/

17/10/05 3:56 p. m.  
Blogger Unknown said...

Joder! Que bonito. Perfecto. Promete algo que empieza asi de bien. Informanos del progreso please!

17/10/05 5:23 p. m.  
Blogger Unknown said...

Oye, me diste ti fotolog en algún post pero no lo encuentro. me lo das otra vez? Te quiero linkear.

18/10/05 1:45 p. m.  
Blogger las diapositivas del suicida said...

Esta claro que hay personas con las que no existe la cita perfecta. Al final voy a terminar tragandome lo que llevo pensando desde hace tiempo,y darle la razon a la jodida Lucia Echevarria y a su teoria del amante y el amado.
Pobre chaval.
Un saludo

11/11/05 12:11 a. m.  

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